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DUELO COMPLICADO

Tratar de evitarles el sufrimiento a los niños dificulta la resolución adecuada del duelo.

La elaboración del duelo se puede complicar cuando se están presentando en el doliente situaciones como las siguientes:

 

1.     La persona habla del animal de compañía en presente.

2.     El doliente conserva todas las pertenencias como si el tiempo no hubiera pasado. Guarda intacto y en el mismo lugar la camita, sus juguetes, sus recipientes de comida u otros. Por el contrario, si retira todas las cosas como si la mascota no hubiera existido también estaría manifestando una negación de la muerte para no enfrentar su dolor.

3.     Tener percepciones (por ejemplo, escuchar o sentir al animal) en los primeros momentos o días es normal, sin embargo, si eso se mantiene en el tiempo podrían convertirse en algo patológico.

4.      Únicamente se centra en los recuerdos positivos y evita encontrase con los recuerdos de la enfermedad, accidente o malestares que llevaron a su animal de compañía a la muerte.

5.     Evita todo contacto con sus emociones, recuerdos o pensamientos, busca como distraerse de toda experiencia relacionada con la experiencia de la muerte del animal de compañía.

6.     También resulta clave la concepción familiar o social de cómo se debe vivir el duelo, la influencia que recibe es determinante, en ocasiones la familia los empuja a distraerse, a no llorar o recordar y hasta a buscar otra mascota, lo cual interfiere en la elaboración del duelo.

7.     Bloquear la experimentación de sus emociones puede provocar que las sensaciones normales del duelo como la de tristeza, vacío o dolor se transforme en emociones más graves como desesperación, ansiedad, aislamiento e inclusive depresión mayor.

8.     Evitar las fechas importantes para la familia sólo lleva a evitar el dolor, es común que en la medida que se acercan esas fechas aparezcan reacciones emocionales de tristeza o dolor, hay literatura que indica que ese sentimiento es normal hasta por 10 años posterior al a la ausencia.

9.     Puede afectar que la ausencia de los roles de cuido interfiera con la vida cotidiana porque no saben como utilizar el tiempo que usaban para limpiar, bañar, lavar o atender a su mascota. Es importante que aprendan a utilizar esos espacios haciendo cosas que los mantengan ocupados y que les ayude a honrar la memoria de su animal, esto le ayuda a adaptarse a la vida que continúa en lugar de posicionarse en un mundo paralizado, sin evolución.

10.  Si la persona se niega a compartir, tocar animalitos similares, a pensar en la posibilidad de volver a amar a un animal está bloqueando su propia posibilidad de volver a tener ilusión por amar de nuevo a una mascota, sea suya o de alguna persona importante para ella.

11.   Si la persona arrastra el dolor por el resto de la vida, se encuentra en un duelo crónico debido a que la seguirá la “sombra del duelo”.

 Ante la presencia de algunas conductas como las anteriores es perentorio conversar con un especialista en el campo, con el objetivo de que el doliente logre encaminar sus emociones por el lugar correcto. Tal y como se ha expuesto en otras de nuestras publicaciones, lo ideal es transitar por las etapas del duelo e ir realizando a su vez las tareas de este en compañía y bajo la guía del psicoterapeuta.

EL CAMINO DEL DUELO ES DOLOROSO, REQUIERE ESFUERZO, DECISIÓN Y CONSTANCIA,

PERO PUEDE TENER UN FIN.

 

Dr. Oreana Guerrero Gamboa

Duelo Pets CR

Psicóloga

PNL – Coach



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